Estoy bien,
mejor que nunca,
aunque la vida me muerda
de cuando en cuando
Estoy bien tal como soy
¿No te parece increíble?
¡Cuánto dolor en las costillas!
¡Cuánto saltar ( mal) los charcos!
¡ Cuanto perdón a mis torpezas
para poder amarme
como me amo hoy,
con los brazos tan abiertos
que podría abrazar al mundo,
con la cara completamente limpia
de maquillaje!
Estoy bien
aquí sentada,
con las piernas “ a lo indio”
con la falda bien revuelta
y estas canas "enteradas" que le robé
a cada dolor
que fue necesario
Estoy bien,
¡Mejor que nunca!
en esta orilla del tiempo
donde te escribo
Aprendí a bailar el vals
sin romperme los tacones
y despeinándome lo justo
Y hoy ya ves,
Hoy ¡Ni me quejo!
Luzco hermosa los zurcidos,
los vestidos que me quedan
y esta corona de dudas
y este perfume a nostalgia
que me dejó el pasado
Hoy ya ves,
aún te recuerdo
mirando el mar en Madrid,
tan redonda en tus creencias,
con esas maletas hechas
en tus ojos caramelo,
tan lejos de mi y tan cerca
como si hubiese sido ayer
que compartiéramos el vino
y aquella ración de sueños
incomprensibles para otros
Sabes bien
-como yo sé-
que tú también
me echaste de menos
Y es que es difícil hallar
otro loco
en sintonía
con quien poder suicidarnos.
(Amaya Martin, poeta española. Pintura de József Rippl-Rónai)
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